La psicoterapia de
integración de identidad orientada al sentido, busca la
superación y fortalecimiento personal, que permitan la
integración de sus experiencias, encontrar o recuperar, la
posibilidad de reactualizar sus propias fuerzas afectivas y
recuperar en sí mismo, la raíz de su propio potencial psíquico
completo, tanto cognitivo como emotivo; ampliar su propio
campo existencial y para guiarse hacia la esa búsqueda del
sentido de la vida, que es una fuerza primaria en todo individuo
(Frankl). O.F Kernberg, trabaja en trastorno límite de la personalidad y
se enfoca en explicar la difusión de identidad, como un síndrome
en el que se da la carencia de una identidad integrada.”
Clínicamente se representa por un concepto pobremente integrado
de sí mismo y otros significantes. Se refleja en la experiencia
de vacío crónico, autopercepciones contradictorias, conducta
contradictoria que no puede integrarse en una forma
emocionalmente significativa y percepciones huecas, insípidas y
empobrecidas de los demás.” Existe un estado de ansiedad y
debilidad del yo. Esto se aplica bien en personas adultas, pero es particularmente
importante para los adolescentes, que experimentan su crisis,
dentro del amplio contexto psicosocial. Por tanto la propuesta de una psicoterapia de integración de
identidad orientada al sentido, reúne temas teóricos bien
sustentados del psicoanálisis y la Logoterapia de Frankl, y
temas de Berne y otros autores, entre los que destaco las
investigaciones desarrolladas por Alexander Batthyány y
logoterapeutas de todo el mundo, cuyo trabajo es mencionado en
mi libro: Identidad-Existencia en Logoterapia. Psicoterapia de
Integración de Identidad centrada en el Significado. Compendio
de investigaciones desarrolladas en países de habla hispana. El concepto de Identidad que Erik Erikson (1968) elabora implica
el desarrollo de un sentido de continuidad y consistencia o
integridad de la propia imagen y del reconocimiento de las demás
personas que son significativas para el individuo, lo que
contribuye a confirmar la autopercepción y a cambios en la
imagen de sí mismo según se es visto por los otros. Dentro de este periodo evolutivo de la adolescencia se dan
asimismo, representaciones de los conflictos sociales. Es decir,
la formación de la identidad tiene una significación prototípica
para comprender como se da el juego entre lo psicológico y lo
social. Y por ello para resolver su crisis, los adolescentes deben
superar dentro de sí mismos, los efectos de esta crisis social
interiorizada. De su resolución, dependerá una buena y sólida
construcción de identidad personal y adaptación social. Sàndor Ferenczi, postula diversas claves, que vinculan tanto
metodológica como diagnósticamente la sociología y el
psicoanálisis, buscando que esto contribuya a la investigación
y, sobre todo, a la atenuación de los males sociales. Señala
ciertas cuestiones que derivan de ese vínculo y que permiten, no
sólo dar cuenta de algunas de las peculiaridades de la trama
social que produce y sustenta al hecho psíquico individual, sino
también disponer de claves para la comprensión y explicación de
lo social como objeto de conocimiento sobre el que se puede
intervenir con intencionalidad transformadora. Las peculiaridades propias de la trama social crearían
condiciones patógenas que afectarían tanto al individuo como a
las relaciones humanas intersubjetivas. Por ello, es necesario
la comprensión y explicación de lo social. Explicita que al
darse el trauma y la distorsión profunda o ruptura de la
mutualidad interpersonal, se da una vinculación entre
traumatizado y traumatizante. En el vínculo mismo entre sujetos
interactuantes, en su identidad y en su relación, hay una
incidencia institucional a considerar. De otra parte, Molla, ha estudiado la identidad y su proceso de
desarrollo, desde la teoría evolutiva de Erik Erikson. Este
autor, considera que cuando hay un óptimo desarrollo, la
estimulación social se une al proceso de desarrollo individual y
estas dos fuerzas que se conjuncionan y potencian mutuamente. Asimismo, los conflictos y dificultades de este desarrollo se
manifiestan en diversos grados de una crisis de identidad que va
de lo normal a la identidad negativa y patológica. En esas esferas de la evolución, podemos encontrar que prevalece
una íntima relación de las influencias sociales y familiares en
el desarrollo individual. Al postular el ciclo vital, Erik Erikson destaca la alternancia
dentro de este ciclo de componentes positivos y sanos junto con
otros menos sanos, enfrentándose en el continuo suceder del
desarrollo, que es una evolución, un transcurrir energético de
fuerzas en disputa. Es necesario resaltar que los procesos biológico, psicológico y
social, es decir la "fisiología del vivir", están en una
interacción ininterrumpida de todas las partes y gobernado por
una relatividad que hace que cada proceso depende de los otros.
En un trabajo de investigación expuesto en la Plenaria de
Investigación del Congreso Mundial de Comunidades Terapéuticas,
(Molla, 2010), se dio a conocer estrategias de la conformación de la identidad personal y como
esta se vería favorecida por la capacidad de aprender sobre sí
mismo, esto es, entender la propia identidad, como sustrato de
esta experiencia, logrando encausar la propia afectividad y
desarrollando la perspectiva vital o perspectiva temporal, una
inteligencia emocional sobre su propia existencia. Los
resultados de dicho estudio, indican que dificultan este
desarrollo de identidad personal la presencia de conflictos
mayores en la integración de nuevas experiencias emocionales. Es
particularmente importante para la comprensión de la
problemática de identidad del adolescente, el factor llamado
"Perspectiva Temporal", que es el factor de la integración de
las experiencias vitales para la identidad personal. Se concluye
que este es el factor que incide en forma más significativa a
favor de la Identidad en ambos grupos, ya la perspectiva
temporal conlleva la integración emocional-vital del sentido
existencial o búsqueda de significado en la vida. La orientación y expresión de la energía afectiva individual se
da al unísono con la síntesis que el individuo extrae de su
percepción de la valoración social. La Gestalt o conformación de identidad refleja la agrupación de
elementos representativos de las fuerzas sociales al interior
del individuo, así como la identidad explica en cierta forma
cómo se construyen los valores que conforman la cultura. Kernberg (1977) considera que la introyección, la identificación
y la identidad del yo conforman la secuencia progresiva en que
se incluyen las representaciones objetales y representaciones
del sí mismo. De esta forma podemos conocer procesos sociales y su influencia
en la crisis y su resolución, extrayendo valiosas conclusiones
para la educación, la formación y la prevención, pero asimismo,
para una psicoterapia que se apoya en fortalecer la identidad a
través de la integración y la cohesión dada por los valores del
sentido de vida (Frankl) y la trascendencia espiritual. Creemos y trabajamos La psicoterapia de integración de identidad
orientada al sentido, que no solo se aplica en jóvenes sino en
toda persona que busca reorientar sus potenciales afectivos y
existenciales y reencontrarse afirmando el valor de su vida y su
visión personal y social. La logoterapia busca iluminar al ser
humano sin recortar su realidad como ser en el mundo,
revalorizando las finalidades, las intenciones, los sentimientos
y las valorizaciones que ese existente como ser único, que vive
y siente su existencia desde adentro, como realidad, y,
originalmente como una conexión viva y, al posibilitar ese
encuentro, es lo que puede iluminar y dar significado a su vida. Una vida feliz y significativa. |